viernes, 30 de abril de 2010

Los recomendados: Calle de la estación, 120; por Leo Malet y Jacques Tardi


Por Gabriel Zárate

Calle de la estación, 120: Basada en la obra homónima (1942) del escritor francés de novela negra Léo Malet cuya adaptación fue llevada al comic con gran éxito y publicada en 1988 con dibujos de Jacques Tardi, ha sido reeditada recientemente por Norma Editorial el 2009.

La saga novelesca del detective Néstor Burma, se inicia con este policial ambientado durante la ocupación militar alemana en la segunda guerra mundial y el repudiable trasfondo colaboracionista de la vergonzosa Francia de Vichy, encabezado por el anciano Mariscal Pétain.

Estando preso en un campo de concentración alemán para prisioneros de guerra, Néstor Burma conoce a un sujeto trastornado, de nombre desconocido, que ha perdido todo rastro de memoria y que en su momento de agonía lo llama antes de expirar y le susurra: “Dígale a Helen: Calle de la estación 120” (Paris). Su agencia detectivesca “Fiat Lux” está paralizada por la guerra y el mismo fue movilizado para el combate, pero su agudo olfato de investigador lo obsesiona con el peculiar misterio de un traumatizado hombre amnésico, cuya autentica identidad es un enigma y sus palabras finales un secreto develado en el umbral de la muerte.

Repatriado y trasladado luego a Lyon, en la estación del tren Néstor Burma contempla caminar a su antiguo asistente Robert Colomer, quien al reconocer su llamado, corre con urgencia para hablar con su antiguo jefe, siendo abaleado mortalmente en ese preciso momento, pero antes de caer, alcanza a decirle: “Calle de la estación, 120”. La fugaz aparición de una hermosa joven con similar apariencia física a una popular actriz de cine completara el inicio de esta enigmática historia.

Néstor Burma emprenderá la peligrosa aventura de descifrar el sentido oculto de aquella insondable frase, en una oscura ciudad, Lyon, la mayor del territorio francés no ocupado, que simboliza el escenario de oprobio de una época, el duro invierno de crudo y lacerante acero en que está envuelta Francia, reflejado en las solitarias calles, frías y abatidas, empapadas de tristeza. La constante neblina turbadora y los embusteros afiches de una propaganda fascista con el rostro cómplice de Pétain que inundan las paredes de la gran urbe. Un ambiente gélido y de resignada ignominia, resaltada por los tonos grises y opresivos de las imágenes, nos envuelven en un clima sombrío que marca la grave crisis moral interna del país galo: El sumiso desanimo generalizado y el deleznable sometimiento tras la invasión nazi.

Acompañado de su pintoresca pipa, Néstor Burma responde al modelo del héroe cínico y romántico, de marcada influencia por el policial americano. Un hombre aparentemente duro e irónico, que se muestra indiferente y escéptico ante los demás pero con una sólida escala de valores, donde tiene claramente definida su noción del bien y no duda en arriesgarse por ella llegado el momento. Su estrategia es la evasión sistemática y la mentira reiterada para ocultar lo que realmente piensa ante los demás, aparte de una percepción despectiva de los policías por su incorregible torpeza Con su imagen impasible y calmada; su mirada serena y reflexiva, le da un ritmo pausado al desenvolvimiento de las acciones que se complejizan constantemente con las nuevas encrucijadas que se van sucediendo.

Con un criptograma por resolver, enlazado a la misteriosa frase, se presenta en el relato un desfile de diversos y variados personajes en esta compleja intriga policial. El caso se convierte en un mosaico de acontecimientos en los que se ve envuelto Néstor Burma, pero siempre atenuados por su contemplación sosegada, convirtiendo la historia en una narración centrada en su trasfondo: la desmoralizante atmósfera gris y corrompida del contexto político y social que se vive en la sumisa y deprimente Francia invadida.

Desmovilizado, es devuelto a su ciudad de origen. Néstor Burma viaja de retorno a Paris, donde transcurre el complejo desenlace de la narración y se vislumbra a su paso los campos para judíos, la apabullante difusión de propaganda antisemita, la milicia alemana en la capturada capital poblada de banderas nazis, viviéndose además el peligro habitual de la terrible guerra con los mortales bombardeos de la aviación inglesa.

Es una constante a lo largo de su obra, el deleite documental de Tardi en la recreación de la incomparable arquitectura francesa. La plasmación en viñetas de las imágenes de la Francia habitual (Lyon y Paris). Discurren los planos visuales reflejando la ciudad al mínimo detalle. La fijación, con prolijidad, en las escenas cotidianas que se suceden inmutables, las calles invariablemente húmedas envueltas en un frio clima opresivo, siempre distanciadas por la mesurada e inalterable mirada impávida de Néstor Burma.

Es el primero de los 34 libros sobre Néstor Burma, novela escrita en plena guerra por Léo Malet (1909-1996) juvenil colaborador en publicaciones anarquistas, antiguo surrealista amigo de André Bretón, encarcelado en Alemania durante la guerra y uno de los fundadores de la novela negra en Francia. Adaptada y dibujada por Jacques Tardi, maestro de la historieta europea contemporánea, que alcanza con Calle de la estación, 120 uno de sus picos más elevados, convirtiéndola en un autentico clásico imprescindible del comic de fines de siglo XX.

domingo, 11 de abril de 2010

Rubén Sáez en breve paso fugaz por Lima


Por Gabriel Zárate

El mes de marzo Rubén Sáez, radicado en Barcelona, visito brevemente el Perú urgido por delicadas razones familiares que lo mantuvieron plenamente ocupado durante sus escasos días de estadía en Lima.

No hubo mayor tiempo para ver a los numerosos amigos del Club Nazca de la Historieta que siempre le guardan un inestimable aprecio, pero la excelente noticia de esta corta estadía son las fructíferas conversaciones que mantuvo Rubén con Benjamín Corzo para el valioso rescate de Vida Mundana por Ediciones Contracultura, la tira diaria de humor publicada en el diario Paginas Libres a inicios de los noventas por Rubén, que marcó el inicio de su trayectoria como artista gráfico profesional. Gran acierto de Benjamín Corzo en su meritoria tarea de editor.

Todos recordamos a Rubén como el más talentoso dibujante de los jóvenes que a fines de los ochentas formaban parte del Club Nazca de la Historieta y su mayor promesa artística (seguido por los también noveles Carlos Castellanos y Roger Galván).

Luego de muchos años de trabajar en el Perú como ilustrador gráfico para Editorial Santillana (entre el 1993 y el 2006), de ser colaborador del gran historietista peruano Juan Acevedo y alternar su labor con los más diversos encargos de ilustración, Rubén decide dar el salto internacional. Primero se traslada seis meses a vivir en Nueva York y a finales del 2006 viaja a residir en Barcelona, donde se contacta con Editorial La Cúpula y casi de inmediato se convierte en colaborador habitual de Kiss Comics, publicando la serie "Relatos Morales", que a su vez alterna con la elaboración de una novela grafica también para Editorial La Cúpula, y con encargos de pinturas a la acuarela y otras técnicas de temática homoerótica. Rubén tiene todas las condiciones para triunfar en el exigente medio europeo y su éxito también será el orgullo compartido por todos veteranos miembros del Club Nazca de la Historieta, que lo conocimos desde sus inicios y admiramos su enorme competencia plástica.

Para finalizar una anécdota que Mario Luccioni me contó en forma reservada en su momento (mantenida en silencio durante los últimos veinte años) y que revela la precoz capacidad de Rubén para el dibujo. En verano de 1990 cuando Mario viajo a Cuba y conoció al gran Alberto Breccia, le enseñó los trabajos de algunos de los muchachos del Club Nazca de la Historieta y el viejo Breccia después de revisarlos contestó: ¡Están en pañales! Pero cuando vio los dibujos de Rubén dijo: ¡Esté no esta tan en pañales! Hizo un par de apreciaciones técnicas y algunas sugerencias, sin embargo en 1990 fue Rubén Sáez el único joven dibujante peruano que aprobó el examen del feroz y genial maestro Alberto Breccia, quien era considerado en ese momento el mejor dibujante de historietas del mundo.

Rubén ha iniciado en Barcelona su peculiar conquista de Europa, alcanzando un espacio de libertad plena para desarrollar una obra de temática y de carácter personal.

Le sobra el talento artístico para conseguirlo.

jueves, 8 de abril de 2010

"El lector de historietas" en “La nuez”


Por Javier Prado Bedoya

Gabriel Zárate lee historietas desde muy niño como muchos de los que formaron el Club Nazca de la Historieta en sus orígenes. Gabriel tiene además una memoria fotográfica para recordar hechos, textos y situaciones y más de una vez me ha sorprendido corrigiendo mis recuerdos, con datos y circunstancias que yo había olvidado por completo, otra virtud suya es manejar muy bien el análisis de textos, desde su blog "El lector de historietas" uno podrá encontrar su apreciación, apasionada a veces, de los comics que ha ido leyendo, además de muy buenas entrevistas a varios autores. Pero hoy los dejamos con algún extracto de la crónica de Gabriel sobre el encuentro que un grupo de integrantes del Club Nazca sostuvieron con el maestro Alberto Breccia, realmente imperdible.

http://ellectordehistorietas.blogspot.com/2009/12/por-gabriel-zarate-en-1990-se-realizo.html

Domingo 4 de abril del 2010.

domingo, 4 de abril de 2010

Los recomendados: Light & Bold, de Carlos Trillo y Jordi Bernet


Por Gabriel Zárate

Light & Bold: Publicado inicialmente por Toutain en 1996, con guión de Carlos Trillo y dibujos del catalán Jordi Bernet. Reeditado recientemente por Ediciones Glenat el 2008.

Una rubia espléndidamente hermosa, imposible de pasar desapercibida, que impresiona por su peligrosa e infartante belleza y un gigante corpulento de aterrador aspecto por su fortaleza descomunal, pero que esconde una frágil sensibilidad y una conmovedora soledad detrás de su brutal imagen de matón desalmado, son los protagonistas de esta esperpéntica y singular historia de amor.

En medio de una temible conjura internacional que mediante un grave atentado político buscaba reactivar las hostilidades Occidente-Oriente en las postrimerías de la Guerra Fría, Light y Bold son dos extrañas piezas de un pérfido ajedrez de poder y corrupción que incluye a una mafia de inescrupulosos traficantes de armas enfrentados a agentes de la CIA, quienes emplean un espionaje de métodos brutales en el contexto de la agonizante bipolaridad.

Figuras antagónicas y complementarias, donde para Light el contrapunto de su turbadora belleza es ser gélida de sentimientos y además de recibir un salvaje y torturador entrenamiento para convertirla en un inhumano ser, insensible al dolor e indiferente a las emociones. Bold es un bestial gorila de apariencia atroz, empleado para realizar el trabajo sucio, careciendo de compasión en su despiadada labor, pero con un corazón dolido por el árido desamor. Es el fortuito encuentro de dos peculiares seres solitarios y errantes, con una desenfrenada atracción casi instantánea, por sus propias necesidades de cariño y protección. Ambos sufren una inmediata y apasionada conjunción marcada por la carencia al fin resuelta en la imagen y figura del otro.

Bold con su indumentaria de traje cruzado y Light, con el garbo, la desenvoltura y la apariencia que recuerda a las divas fatales del film noir de los años cuarentas, son ambos personajes un peculiar homenaje de los autores a la obra de los grandes dibujantes clásicos americanos como Frank Robbins y Milton Caniff. Incluso Stuart Lester (el venable agente de la CIA) toma el idéntico rostro y la apariencia del popular Buzz Saywer del gran Roy Crane. Jordi Bernet es un gran coleccionista de originales de estos geniales historietistas norteamericanos y esboza la constante presencia de claves de interpretación y sentido en su personal dibujo. “Me gustaría haberme compenetrado con un tipo de lector de un cierto nivel que sepa ver la lectura que hay en el dibujo, aparte de la lectura que hay en el guión”.

La trastornadora sensualidad entremezclada con la bárbara brutalidad en una historieta salvajemente paródica, donde la mirada del ausente narrador que participa como singular testigo ocular, atenúa con miedo y sarcasmo la temiblemente oscura historia que describe. La desgarradora ternura y enceguecida desesperación de Bold por Light, quien estallara repentinamente como el héroe salvador, marcará el desenlace de este grotesco y tórrido relato de lascivo amor, que replantea con extravagancia y originalidad el conocido cuento de “La bella y la bestia”.

“Light & Bold tenía cierta poesía brutal en esa recreación de La Bella y la Bestia en clave de violenta historia de amor. Tenía un narrador en off, Light & Bold, que estaba asqueado de lo que se veía obligado a contar. Bold fue uno de los personajes más personales y diferentes que dibujó Bernet.” (2)

(1)Javier Mesón. “Busco quien vea la lectura que hay en el dibujo”: Entrevista a Jordi Bernet. ABCD LAS ARTES Y LAS LETRAS. N 878. 2008.

(2)Manuel Barrero. “La metáfora como arma: Entrevista a Carlos Trillo.” Tebeosfera. 2002.